miércoles, 6 de febrero de 2013

Historias que se diluyen en el tiempo

 
 
Me pregunto a veces cual es el tiempo de vida de una historia, quién determina que unos personajes creados en la soledad permanezcan en la memoria de los lectores. Que elementos han de coincidir para que dicha historia, por otra parte siempre inacabada, adquiera nuevos vuelos. Por supuesto por humildes que sean las pretensiones de un escritor siempre desea que sus historias sean leídas por un gran número de personas y que estan actúen de reclamo para nuevos lectores. Puede que llegue un día en el que ya no quede nada que decir sobre La memoria esquiva pero el solo hecho de haber conseguido emocionar a un ser humano ya es bastante regalo. Hoy día las novedades literarias apenas pasan unas pocas semanas en las librerías y luego son devueltos a la sombra de los almacenes de las editoriales. En algún lugar he leído que estos ejemplares devueltos son incinerados en el anonimato.Mi esperanza es que al menos esta historia os haya acompañado durante el breve tiempo de su lectura y que al menos os haya hecho disfrutar. Evidentemente siempre caminará a mi lado pues es algo íntimo que siento como propio. De nuevo aprovecho para agradeceros a todos vuestros comentarios y esa corriente de simpatía que ha generado La memoria esquiva.

2 comentarios:

  1. Estoy disfrutando mucho con la lectura de "La memoria esquiva",siento que el camino recorrido por Mauricio,bien podría haberlo recorrido yo,al menos en algunos tramos.Pero yo nunca habría podido trasmitirlo también como lo hace Ramón.Y me gusta mucho haber encontrado en esta lectura reclamos que despiertan mi curiosidad y van a hacerme revisar lugares,pintores y sus obras algunas desconocidas y otras lamentablemente por mí olvidadas.Un placer.
    Carmen

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  2. Ramón tu puedes hacer que la memoria esquiva dure en el tiempo. Una forma muy fácil es seguir alimentando este blog con imágenes de tu tierra, pinturas, luces y todo lo que en un día te animaron a escribir esa historia.
    Desde aquí muchos seguiremos leyéndote y disfrutando de tus aportaciones.
    Besos y feliz año.
    María.

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