miércoles, 6 de febrero de 2013

Historias que se diluyen en el tiempo

 
 
Me pregunto a veces cual es el tiempo de vida de una historia, quién determina que unos personajes creados en la soledad permanezcan en la memoria de los lectores. Que elementos han de coincidir para que dicha historia, por otra parte siempre inacabada, adquiera nuevos vuelos. Por supuesto por humildes que sean las pretensiones de un escritor siempre desea que sus historias sean leídas por un gran número de personas y que estan actúen de reclamo para nuevos lectores. Puede que llegue un día en el que ya no quede nada que decir sobre La memoria esquiva pero el solo hecho de haber conseguido emocionar a un ser humano ya es bastante regalo. Hoy día las novedades literarias apenas pasan unas pocas semanas en las librerías y luego son devueltos a la sombra de los almacenes de las editoriales. En algún lugar he leído que estos ejemplares devueltos son incinerados en el anonimato.Mi esperanza es que al menos esta historia os haya acompañado durante el breve tiempo de su lectura y que al menos os haya hecho disfrutar. Evidentemente siempre caminará a mi lado pues es algo íntimo que siento como propio. De nuevo aprovecho para agradeceros a todos vuestros comentarios y esa corriente de simpatía que ha generado La memoria esquiva.

domingo, 3 de febrero de 2013

Maestros de la luz

Si observáis este cuadro de Fra Angélico y los anteriores de Rembrandht podréis observar las diferencias en el uso de la luz

Maestros de la luz

Rembrandht usando la luz con maestria

Maestros de la luz





Aqui tenéis un maestro del manejo de la luz

Luces esquivas

 
 
 
Me pregunta alguien que ha leído el libro por el significado de la luz, más concretamente ¿qué es para mí la luz?. He intentado reflexionar sobre el tema y reconozco que me resulta muy difícil explicarlo con palabras. Han sido muchos los que a lo largo de la historia se han hecho estas mismas preguntas  y no voy a ser yo el que intente aportar algo de claridad sobre el asunto. Sin embargo desde mi humildad te podría decir que la luz es lo que confiere realidad a las cosas sobre las que recae. Una realidad varible dependiendo de la misma luz que incida sobre ellas. Puede que la luz sea el sutil abrazo sobre el valle al aterdecer, el dejarse llevar por las sombras que anuncian la noche. Me surge una pregunta mientras escribo; ¿ existe la luz sin unos ojos que la capten? ¿ existe lo que vemos antes de que nuestro cerebro lo haga real?. Para mí la luz son imágenes estáticas del pasado. Eso y mucho más. Cuando amanece entra por mi ventana un color amarillo que se disuelven en polvo, esa misma luz cuando llega la tarde se vuelve más tenua, envolvente, difusa. Es esa luz que convive con las sombras y allá a lo lejos se deja vencer por la noche venidera. En definitiva como ves no sé lo que es la luz, y puede que nunca lo sepa, me basta sentirme sorprendido por los variados matices que me ofrece el paisaje iluminado por esas luces que soy incapaz de atrapar con mis palabras.

jueves, 3 de enero de 2013

Momentos que no se olvidaran nunca

Con mi prima Jose y al lado Francois de Arts Liétor


Me emociono al ver esta fotografía.


Nunca pensé que se formarían estas colas para firmar mi primera novela

Imágenes para el recuerdo

 El futuro de la lectura: que maravilla¡¡¡

Muestrario de libros a la entrada del auditorio


Con esta maravillosa compañía todo es más fácil: Mi prima Irene y mi hermana Marga

Conversaciones en la memoria

 Uno de los mayores regalos que he recibido durante estos días y que tiene un valor incalculable para mí han sido las conversaciones mantenidas con los lectores de ¨La memoria esquiva¨. En Liétor durante estas navidades han ocurrido algunos de estos encuentros con mis lectores. Me gustaría ofreceros este pequeño escrito como agradecimiento.
  En una mañana soleada, me encontré con Eva y su hermana Tere en la terraza del bar La Parra. Al poco se unió Pili, otra amiga de la infancia.Fue emocionante ver la pasión con la que hablaban del libro y el interés que mostraban por resolver sus dudas. Desde la distancia os digo que fue uno de los mejores regalos de mi vida. Aunque comprendo vuestro interés por ciertos temas quiero deciros que me gusta que seáis vosotros quién deis el punto final a la historia. Son los lectores los que deben dar una nueva vida a la historia, son ellos los que con su imaginación hacer crecer los personajes y le dan un aliento más allá de lo que yo fuí capaz de crear. De nuevo surgió la duda de donde está lo real y lo imaginado, dudas que os he de reconocer a mí también me surgen. Creo humildemente que estas dudas confirman que he conseguido lo que pretendia al escribir el libro, crear personajes que tengan vida propia. Nunca olvidaré esa conversación en la terraza de un bar de Liétor.
  Otro hallazgo fascinante ha sido conocer a Francois y Jose, esos personajes discretos y sutiles que se deslizan por las calles de Líétor dejando una estela de ilusión. Reconozco que incluso antes de escribir el libro había oído hablar de vosotros a mi familia y en mi fuero interno alentaba el deseo de conoceros. Creo que mi timidez y ciertos ribetes áridos de mi carácter hicieron imposible el encuentro. Pero ahora pienso que tal vez el destino tenía establecido que nos conociéramos personalmente durante estos días. Y tengo que decir que estoy tremendamente agradecido a este destina un tanto caprichoso por haber ofrecido la oportunidad de conoceros. Intuyo que esta relación puede crecer con el paso del tiempo pues creo que nos unen muchas cosas que podemos compartir en futuras conversaciones. Por cierto  es de agradecer el tremendo esfuerzo que hacéis por mantener de forma digna el legado cultural de Liétor. De todo corazón, gracias y un abrazo.
 Aunque me dejo muchas cosas en el tintero, si hablase de todo lo que me ha emocionado este texto seria interminable, me gustaría mencionar a esa persona que se ha acercado desde las luces de Cuenca. Ha sido un placer conocer a José Cavero, otra persona discreta cuya conversación sobre arte me ha fascinado y me ha abierto nuevas puertas para disfrutar. Me emocionó cuando me dijiste que llegaste a conocer a Fernando Zóbel esa persona que tanto ha aportado a mi sensibilidad. Espero que sigas iluminando mi camino con tus conocimientos.
   Gracias  a todos aquellos que asistieron a la presentación y aguantaron pacientemente al final para que les firmase el libro. Me hubiera gustado dedicaros más tiempo para hablar de nuestros comunes recuerdos.
  Ah¡¡ se me olvidaba, otra de las personas que han hecho especiales estos días ha sido Margarita Roldán a la que conocía solo de vista. Creo que también has dejado una puerta abierta para entrar en mundo nuevo. Gracias.

Regalos de navidad

Valle del río Mundo visto desde la habitación de mis padres

Visión onírica de la calle del Portillo


 
La luz siempre presente.

Estampas en el recuerdo

Imagen de mi abuela vestida de manola

Cartel anunciando la presentación de La memoria esquiva en Liétor

Mi padre leyendo en la salita de mi casa en Liétor

El salön de mi casa en Liétor

miércoles, 2 de enero de 2013

En la periferia de la memoria esquiva


 
La luz entrando a raudales en mi casa de Liétor

Que recuerdos me traen los higos secos


Detalle de uno de los azulejos del pilar

Bodegón con cornetas

Presentación en Liétor


Paisaje que se puede observar desde el mirador nuevo de la calle del Portillo

La sensación que me ha quedado de la presentación del libro es maravillosa. Supongo que por el hecho de tener un poco más de experiencia todo salió como deseábamos. En primer lugar agradecer al ayuntamiento de Liétor la cesión de sus magníficas instalaciones y la total colaboración del concejal de cultura como de todo el personal encargado de las instalaciones. Los días previos estaba un poco nervioso por el hecho de estar en mi pueblo y tener que enfrentarme a personas a las que siento muy cercanas. Pero durante el acto me sentí a gusto y creo que fuí capaz de transmitir todo lo que quería. Sin duda alguna a esto ayudó la fantástica introducción por parte de mi hermano Carlos. Con un desparpajo maravilloso, valiéndose de un humor chispeante  supo captar la atención de la gente de forma que todo fue mucho más fácil cuando tuve que hablar yo. El vídeo de presentación creo que fue mucho más impresionante al ser visualizado en la gran pantalla del auditorio. Mucha gente me confesó después que se había emocionado intensamente. Mi hermana Marga se nota que, poco a poco, como me ocurre a mí, se siente más segura y transmite con naturalidad su mensaje introduciendo alguna nota emotiva en su discurso. Por último un recuerdo para Curro. Una vez más se ofreció para que su guitarra nos acompañara, sin pedir nada a cambio. No sabes lo importante que es todo esto para mí. La diferencia que percibo respecto a la presentación de Murcia es que fuí capaz de controlar el ritmo de mi discurso de forma que hubo momentos en los que tuve la sensación de que existía un dialogo entre mis palabras y el sonido de la guitarra de Curro. Una vez más os doy las gracias a todos los que cada vez hacéis más grande este proyecto. Y cómo no gracias a todos los que asistieron sin los cuales nada tendría sentido.

Lectores anónimos



Me gustaría compartir esta fotografía con todos vosotros pues significa mucho para mí. Desde que se inició la aventura de La memoria esquiva una de las mayores satisfacciones es descubrir que hay gente anónima que dedica parte de su tiempo a enfrascarse en la historia por mi escrita. Además esta  fotografía muestra al padre de un amigo de Liétor al cual he recuperado en las últimas semanas. Es otro de los hechos significativos, estoy encontrándome de nuevo con gente que por unos u otros motivos se habían diluido con el paso del tiempo. Como siempre, la luz, con su presencia ilumina todas las imágenes que afloran de mi pueblo. Gracias Cortés pues esta fotografía ha sido uno de los mejores regalos de la navidad.



martes, 1 de enero de 2013

Primeras impresiones




 
Ha pasado muy poco tiempo desde que he vuelto de Liétor y por tanto no he tenido tiempo de reflexionar sobre lo que ha supuesto para mí la experiencia de haber presentado mi primera novela en el pueblo que me vio crecer. Sin embargo me gustaría deja constancia del mar de sensaciones que corren por mi mente en estos momentos. En primer lugar ha sido una nueva oportunidad para encontrarme con la familia, ese maravilloso grupo de personas que tanto me enriquece. Un recuerdo muy especial para mi abuela Agustina que con un tacto especial nos ha permitido disfrutar de su compañía.
 

Ultimamente siempre que voy a Liétor aprovecho las mañanas para salir a hacer un poco de deporte. Suelo madrugar bastante lo que permite observar los paisajes de una manera diferente. Esta fotografía en la que se puede observar la luna que derrama su luz lechosa en el paisaje me sorprendió cuando bajaba al río. Estos días de navidad he paseado en más de una ocasión por sus calles solitarias intentando percibir el eco de voces procedentes de mi infancia.Reconozco que me sentía más nervioso de lo habitual por el hecho de enfrentarme a personas muy cercanas.Esos paseos en solitario me sirvieron para calmar mi ansiedad y poder captar con más intensidad los rumores de mi pasado.