jueves, 3 de enero de 2013

Conversaciones en la memoria

 Uno de los mayores regalos que he recibido durante estos días y que tiene un valor incalculable para mí han sido las conversaciones mantenidas con los lectores de ¨La memoria esquiva¨. En Liétor durante estas navidades han ocurrido algunos de estos encuentros con mis lectores. Me gustaría ofreceros este pequeño escrito como agradecimiento.
  En una mañana soleada, me encontré con Eva y su hermana Tere en la terraza del bar La Parra. Al poco se unió Pili, otra amiga de la infancia.Fue emocionante ver la pasión con la que hablaban del libro y el interés que mostraban por resolver sus dudas. Desde la distancia os digo que fue uno de los mejores regalos de mi vida. Aunque comprendo vuestro interés por ciertos temas quiero deciros que me gusta que seáis vosotros quién deis el punto final a la historia. Son los lectores los que deben dar una nueva vida a la historia, son ellos los que con su imaginación hacer crecer los personajes y le dan un aliento más allá de lo que yo fuí capaz de crear. De nuevo surgió la duda de donde está lo real y lo imaginado, dudas que os he de reconocer a mí también me surgen. Creo humildemente que estas dudas confirman que he conseguido lo que pretendia al escribir el libro, crear personajes que tengan vida propia. Nunca olvidaré esa conversación en la terraza de un bar de Liétor.
  Otro hallazgo fascinante ha sido conocer a Francois y Jose, esos personajes discretos y sutiles que se deslizan por las calles de Líétor dejando una estela de ilusión. Reconozco que incluso antes de escribir el libro había oído hablar de vosotros a mi familia y en mi fuero interno alentaba el deseo de conoceros. Creo que mi timidez y ciertos ribetes áridos de mi carácter hicieron imposible el encuentro. Pero ahora pienso que tal vez el destino tenía establecido que nos conociéramos personalmente durante estos días. Y tengo que decir que estoy tremendamente agradecido a este destina un tanto caprichoso por haber ofrecido la oportunidad de conoceros. Intuyo que esta relación puede crecer con el paso del tiempo pues creo que nos unen muchas cosas que podemos compartir en futuras conversaciones. Por cierto  es de agradecer el tremendo esfuerzo que hacéis por mantener de forma digna el legado cultural de Liétor. De todo corazón, gracias y un abrazo.
 Aunque me dejo muchas cosas en el tintero, si hablase de todo lo que me ha emocionado este texto seria interminable, me gustaría mencionar a esa persona que se ha acercado desde las luces de Cuenca. Ha sido un placer conocer a José Cavero, otra persona discreta cuya conversación sobre arte me ha fascinado y me ha abierto nuevas puertas para disfrutar. Me emocionó cuando me dijiste que llegaste a conocer a Fernando Zóbel esa persona que tanto ha aportado a mi sensibilidad. Espero que sigas iluminando mi camino con tus conocimientos.
   Gracias  a todos aquellos que asistieron a la presentación y aguantaron pacientemente al final para que les firmase el libro. Me hubiera gustado dedicaros más tiempo para hablar de nuestros comunes recuerdos.
  Ah¡¡ se me olvidaba, otra de las personas que han hecho especiales estos días ha sido Margarita Roldán a la que conocía solo de vista. Creo que también has dejado una puerta abierta para entrar en mundo nuevo. Gracias.

1 comentario:

  1. Que alegría recuperar esas amistades perdidas en el tiempo,que alegría hacerlo sin rencores,sin buscar un motivo o excusa concreta,así,sin más,simplemente cruzando unas palabras al encontrarte por la calle,en un bar....palabras que rememoran aquella vida compartida en nuestra infancia.
    Grandes momnetos que hoy al recordarlos hacen que se nos salten las lágrimas.Amigos que ya no están con nosotros,amigos que no hemos vuelto a ver pero que hoy gracias a las nuevas tegnologías encontramos y podemos retomar aquella amistad aunque se virtualmente.
    Que alegría por ello y que tristeza por haber dejado pasar todo este tiempo sin ni siquiera intentar recuperarlas antes.El trabajo,la sociedad,la timidez,el haber salido del pueblo nos alejó a todos,que bonito el poder volver a reencontrarnos y parte de culpa lo ha tenido el libro de Ramón,gracias por
    dedicar tu tiempo a esta labor.
    Gracias por considerarme tu amigo.

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